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¿Cuando cambiar la caldera?

cuando cambiar la caldera

¿Es hora de reemplazar la caldera? Aquí están las 5 señales inequívocas que le hacen darse cuenta de que su sistema de calefacción está avisandote para un cambio.

Puedes evitar cambiar la caldera incluso durante más de 15 años. El paso del tiempo, sin embargo, hace que la tecnología considerada moderna hace que se envejezca, antes de ser obsoleta. Por lo tanto, siempre es aconsejable prestar atención al funcionamiento de su generador de calor. Ignorar unas problemas menores no hará que desaparezcan. Así que aquí están las cinco señales que anticipan el necesario reemplazo de la caldera.

El bloqueo de la caldera

Si utiliza un sistema de calefacción autónomo en su casa, puede encontrarse con un problema muy común, la caldera se bloquea. Una situación desagradable y molesta, que conlleva algunos problemas, como el paro forzoso de la calefacción, la imposibilidad de utilizar algunos aparatos y la ausencia total de agua caliente sanitaria.

La caldera se bloquea debido a algunos errores en el funcionamiento general, y el sistema pasa automáticamente a la activación de un sistema de seguridad, que bloquea todo para evitar más daños. Es aconsejable confiar en un experto para la reparación y, una vez terminado el trabajo, comprobar periódicamente el estado de la caldera, probablemente más cerca de lo que se podría pensar de su último uso.

Los problemas de bloqueo pueden ser varios, desde la acumulación de cal o una válvula defectuosa hasta la presión irregular del agua. El técnico indicará las razones de la avería y propondrá un diagnóstico completo del estado de todo el sistema.

Ya no sale agua caliente

Si se ve obligado a lidiar puntualmente con una caldera que no produce agua caliente, tal vez sea el momento de reemplazarla. Hay que señalar que, aunque sea de gas, una caldera necesita electricidad para funcionar. Esto significa que es bastante normal registrar un mal funcionamiento durante un apagón. Dicho esto, hay varias causas para la falta de agua caliente.

Si el sistema calienta regularmente la casa pero no el agua, el problema probablemente estará en el termostato. Si se desconecta el termostato y se activan los radiadores (con agua apenas caliente), la atención puede centrarse en la válvula de desviación. Añade a esto cualquier problema con el diafragma.

En estos casos, es dificil solventarlo por uno mismo. Es mejor consultar a un técnico y tal vez considerar un modelo nuevo.

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La caldera pierde agua

Un problema común es el de la caldera que pierde agua, con varias causas potenciales. A veces basta con dejar que los radiadores se ventilen, lo que puede haber acumulado un exceso de aire. Muchas personas trabajan solas con este tipo de problemas, comprobando que la presión no sea demasiado baja y no supere los 1,5 bares. En algunos casos esto podría resolverse eliminando la cal de la bobina u otros elementos.

Muy a menudo te enfrentas a viejos sellos que necesitan ser reemplazados. Por lo tanto, es casi siempre un tipo básico de desgaste. No es una falta grave, con consecuencias baratas. Si la fuga de agua vuelve a ocurrir poco después de la reparación, esto podría indicar un problema mucho más arraigado.

La caldera hace ruido

Especialmente al encenderse y apagarse, una caldera hace ruido, lo que puede definirse como estándar. No hay nada extraño en esto, siempre que los niveles sean aceptables y sobre todo nunca más altos que los percibidos inicialmente al comprar el sistema de calefacción.

El uso intensivo que hace de la caldera tiende a desgastarse, con la consiguiente intensificación del ruido producido. Es aconsejable consultar a los expertos, para el mantenimiento o la sustitución, en caso de ruidos fuertes, ráfagas y vibraciones violentas.

Caldera de baja presión

El agua caliente no llega y, una vez comprobada, la presión es casi cero. Hay muchas razones posibles y las soluciones de bricolaje podrían resolverlo todo a coste cero.

Si la caldera baja de presión, se podría empezar por apagarla y luego abrir el grifo de abajo, poco a poco, dejando que el agua fluya y devolviendo el valor entre 1 y 1,5 bar. Puede que se haya acumulado aire en los radiadores o que sea necesario limpiar cuidadosamente los tubos del sistema para comprobar si hay fugas.

Sólo uno de estos problemas podría ser un signo normal de desgaste. Dos o más problemas podrían ser una clara señal: es hora de reemplazar la caldera.

Nuestro consejo es que siempre confíe en un profesional con experiencia que pueda guiarle en la sustitución de la caldera.

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