
Uno de los sistemas de calefacción más utilizados en el hogar es el llamado rodapié, un sistema alternativo e innovador de calefacción radiante que, gracias a los paneles especiales de suelo radiante, permite una óptima y constante propagación del calor, favoreciendo la reducción de costes y un buen ahorro de energía en comparación con los sistemas de calefacción más tradicionales como los radiadores y los convectores. La calefacción del rodapié mejora la percepción del calor que llega a cada parte de la casa y proporciona la gradación deseada de forma homogénea.
Un sistema de calefacción de zócalo, gracias a su pequeño tamaño (unos 15 cm de alto por 3 cm de ancho), permanece oculto a la vista, proporcionando además una cierta calidad estética en comparación con los sistemas de calefacción más tradicionales y «visibles».
¿Cómo funciona la calefacción por rodapié?
El sistema de calefacción de zócalos radiantes se coloca a lo largo del perímetro de las habitaciones en lugar de los zócalos normales. El calor producido irradia sobre las paredes calentando el interior de las mismas, proporcionando un excedente de calor irradiado que también contrarresta la posible presencia de humedad. El sistema de calefacción consiste en dos tubos de cobre adyacentes con aletas de aluminio o latón antiestático, que distribuyen agua caliente y fría en la entrada y la salida respectivamente. El sistema no requiere una gran cantidad de agua (poco más de veinte litros para calentar 150 m2), por lo que el tiempo necesario para alcanzar el pleno funcionamiento del sistema es muy rápido.
El sistema de calefacción de zócalos tiene muy pocos inconvenientes: uno de ellos es puramente estético y está representado por la dificultad de colocar en las habitaciones cualquier mueble «de pared» que pueda afectar a la correcta distribución del calor, pero es un sacrificio mínimo en comparación con la larga lista de ventajas de elegir este tipo de sistema.
Todas las ventajas de la calefacción de rodapié
Resumamos juntos cuáles son las principales ventajas de elegir un sistema de calefacción de zócalo:
1) No hay restricciones en la libertad de amueblar las habitaciones de la casa y la disponibilidad de diferentes colores que pueden ser fácilmente adaptados al mobiliario elegido para cada habitación.
2) No hay inercia térmica, por lo tanto, un rápido calentamiento del ambiente.
3) El sistema proporciona un excedente de calor percibido que conduce a una regulación de los termostatos a temperaturas inferiores a la media y, por lo tanto, a un consiguiente ahorro de energía.
4) Puede considerarse una alternativa válida a la calefacción del suelo.
5) El calor irradiado por el sistema calienta y por lo tanto mantiene las paredes secas, evitando la humedad y la formación de moho.
6) El sistema favorece la eliminación del polvo en movimiento, favorable para los alérgicos, asmáticos.
7) El sistema es rápido de instalar e ideal para trabajos de renovación.
8) No hay impacto estético negativo ya que la peculiaridad «retráctil» del sistema de zócalos permite que el sistema se mezcle con la habitación.
9) El sistema no tiene problemas de ruido gracias a la ausencia de ventiladores.
Costes de la calefacción por zócalo radiante
Este tipo de sistema es menos costoso que los sistemas tradicionales, con un costo de instalación completo con dependencias y conectado que es aproximadamente entre 120 y 150 euros por metro lineal.